Saturday, November 18, 2006

 

Evaluación a través de apoyos visuales.

Por: Ramon González.


Lo que no se puede medir, no se puede mejorar”.


Quizá esta frase sea muy familiar para los socios avanzados. Lo cierto es, que medir los niveles de nuestras habilidades es algo cotidiano en nuestra vida.


¿cuánto sacaste en el examen de inglés?, ¿cuán bueno eres cocinando?, ¿cuántos clientes manejas en tu cartera?, ¿cuántas vueltas das a la pista cuando vas a correr?...

En Toastmaster, la evaluación es la parte primordial de las sesiones, es la manera en la que nos damos cuenta de nuestros aciertos y nuestras fallas; los puntos buenos de nuestras participaciones y las áreas requieren de más cuidado y dedicación para mejorar.

El proceso de la comunicación implica tres elementos básicos: El emisor, el canal y el receptor.


Para que el mensaje sea recibido de manera clara es necesario el adecuado funcionamiento de estos tres elementos.

El método de comunicación usado en Toastmaster es el más básico que se conoce, la palabra hablada.

Desde pequeños aprendemos a hablar, pero pocas veces tenemos la suficiente habilidad para comunicar a los demás nuestro mensaje, sobretodo, hablando ante una muchedumbre.

Por tal motivo es necesario cuidar de todos los detalles al momento de transmitir un mensaje a través del uso de la palabra hablada.


La historia ha dado paso a importantes sucesos gracias al éxito en la comunicación de un mensaje.

Grandes líderes como Martin Luther King, Abraham Lincoln y Miguel Hidalgo, con su ejemplo y capacidad de convocatoria, han dejado huella en la historia.

Imaginemos que viajamos al pasado... el año, 1810; el lugar, Dolores Hidalgo; la fecha, 15 de septiembre, a escasos minutos de la medianoche.


En ese momento, escuchamos el repicar de las campanas en la iglesia que se encuentra rodeada de gente.

Un cura sale para llamar a la gente a iniciar una lucha armada, pero algo anda mal; el cura se nota nervioso y tartamudea, volteando hacia la nada trata de convencer a los presentes de su movimiento liberador.

Luego de un largo silencio, la gente regresa a sus casas como si nada hubiera pasado, mientras el cura vuelve cabizbajo al interior de la iglesia...


El cura no se explica el por qué de la falta de interés de la gente en apoyarlo, y es que quizá sus intensiones son buenas, pero la manera de convocar a la gente no fue la mejor, empezando por controlar el pánico escénico.


¡QUÉ PELIGROSO ES EL NO COMUNICAR UN MENSAJE DE MANERA CORRECTA!

La emulación de movimiento independentista fallido descrito viene a razón de la importancia de saber comunicar un mensaje con las herramientas adecuadas para lograr que se interprete claramente como fue la intensión inicial de su autor.


Hace unos años en el Club Chihuahua se usaron una serie de apoyos para corregir durante el discurso, con la finalidad de mejorar las participaciones y el entrenamiento. La mesa directiva actual retoma esta idea para beneficio del club.

A continuación presento a ustedes las herramientas que, a manera de íconos, se emplearán para esto.


Dispersión visual.- El público al que hablamos se d

ivide en 3 grandes áreas, izquierda, centro y derecha. La intención de esta señal es indicar al orador que está descuidando al auditorio en

alguna de las áreas y por lo tanto, preste atención a la totalidad de los presentes.



Contacto visual.- Para imprimir fuerza a nuestro mensaje y atraer la atención del público, además de prestar atención a

cada región del auditorio, es necesario ver a los ojos al público, detenernos en pequeños momentos con algunos de ellos en las distintas áreas para que sientan la atención del orador.



Expresión corporal.- De forma similar a los mimos, la expresión corporal es una herramienta que nos ayuda a crear imágenes, espacios, lugares o personas en lamente del espectador, que enriquecen nuestro discurso y comunican mejor nuestro mensaje.




Modulación de la voz.- Un discurso muy bueno, interesante y de gran contenido puede irse en picada si el orador no cuida la modulación de su voz, ya que es con esta con la que más atrae la atención.


Con el adecuado uso de cambios de velocidad, volumen y tono en la voz, un orador, proporciona énfasis a su discurso, mantiene a público atento y expresa sentimientos y emociones.



Gestos.- Los gestos, al igual que la modulación de la voz, transmiten sentimientos y emociones. El uso combinado de estas dos herramientas adereza y enriquece nuestro discurso y proporciona un mejor impacto en el espectador.




Movimientos involuntarios.- Las manos entrelazadas, apoyarse en el atril o la mesa, jugar con la pluma, frotarse la nariz, dirigir la mirada al techo o al suelo son ejemplos de muchos de los movimientos que involuntariamente hacemos para tratar de dominar el nerviosismo.

Sin embargo, esta serie de movimientos obstruyen la comunicación, ya que distraen al público, reflejan el nerviosismo y la falta de dominio del tema que el comunicador que se encuentra presentando.





Palabra de la sesión.- Como en cada sesión, el evaluador gramatical presenta una palabra para incrementar nuestro vocabulario. Esta señal recuerda a los oradores el uso de la misma.






Además de los aspectos contemplados en este artículo, hay muchos más que se pueden evaluar en el momento de la participación, no obstante, procuramos incluir solo un conjunto pequeño de los más comunes, para evitar saturar a los oradores con señales que luego sean difíciles de reconocer y pierda la secuencia del tema expuesto.


La importancia de estos íconos es ayudarnos a mejorar nuestra participación y crecimiento personales, así mismo, lograr que nuestro mensaje penetre en la mente y corazón de nuestro público.


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